Aunque Akra Quiropráctica tenía un flujo constante de nuevos pacientes cada semana, no era suficiente para mantener la agenda completa. Álvaro sabía que para alcanzar todo el potencial de la clínica, tenía que dar el siguiente paso marketing quiropráctico.
También se dio cuenta de que los competidores cercanos crecían rápidamente gracias a los anuncios online, lo que le quitaba parte de su cuota de mercado. Sin embargo, Álvaro no quería confiar en ofertas para "ajustes de cuello" ni en tácticas baratas que fueran contrarias a sus valores. Quería atraer a pacientes que realmente se preocuparan por su salud y que comprendieran los beneficios a largo plazo de la atención quiropráctica.